Marrakech. Enero de 2015. Recibo un email que ya apuntaba
maneras: “Hola, soy María, nos casamos el próximo 13 de junio en el Gran Hotel
de La Toja…”. Éste fue el inicio de un primer mail al que le seguiría otro, y
otro, y otro… y miles de millones de conversaciones geniales a través de todas
las vías posibles.
Las cosas son más fáciles cuando hay conexión. Me parece
súper importante a la hora de confiar en alguien para que te ayude en la
organización de la boda. Con Mery fue rodado, las ideas surgían solas y poco a poco
la boda fue tomando forma.
A María y a Bruno (el novio, que siempre es el gran
olvidado…) les unen muchísimas cosas, pero una de ellas es su amor por el mar,
los deportes náuticos y el lugar donde se iba a celebrar la ceremonia: una
isla.
Así que la temática
no tardó mucho en surgir: UNA BODA DE INSPIRACIÓN MARINERA.
Decidimos poner conchas, estrellas de mar, redes y hacer
girar en torno a estos elementos el seating, las minutas, las invitaciones…incluso una pecera con peces de colores en la mesa de los más peques y
como colofón una barquita restaurada especialmente para la ocasión con sus
nombres grabados en la vela. Todo esto no hubiese sido posible sin el genial
trabajo de Benito, de Florería Hedra
que consiguió materializar gran parte de lo que teníamos en mente.
Y llegó el 13 de junio y fue un día genial! Pero si
queríamos agua, tuvimos dos tazas… La lluvia nos acompañó durante todo el día y
toda la noche, por lo que algunas ideas preciosas como una suelta de más de doscientos farolillos tailandeses se quedó en el tintero.
La ceremonia fue en la Ermita de Las Conchas de La Toja
(como no podía ser de otra manera).
María estaba espectacular con un vestidazo de Helena Mareque, lleno de encajes
vintage y el velo en tono maquillaje. Completó el look con un peinado sencillo
que llevó a cabo Peluquería Maryl consistente
en una trenza abierta de lateral a lateral, pendientes de Suárez, sandalias
Tribute de YSL, una pulsera con gran valor sentimental por pertenecer a la
familia y las alianzas de Cartier.
Foto: Rai Robledo
Foto: Noire et Blanche
Foto: Noire et Blanche
Foto: Noire et Blanche
Foto: Rai Robledo
Foto: Noire et Blanche
El ramo era sencillo, una mezcla de rosas inglesas y de
pitiminí, a juego con el prendido del novio.
Bruno llevaba un chaqué de Lander Urquijo, que complementó
con el reloj de Cartier regalo de María de la pedida, gemelos de Hugo Boss,
zapatos de Lotusse y el guiño simpático de unos calcetines de flamencos a juego
con sus testigos.
Foto: Noire et Blanche
Foto: Rai Robledo
Foto: Rai Robledo
Foto: Noire et Blanche
Como siempre el toque tierno lo pusieron los niños, que
llevaron las arras y alianzas en unas grandes conchas de mar. Las niñas
llevaban unas batitas preciosas de Bonnet a Pompon y coronitas de Fiuncho
Foto: Noire et Blanche
Foto: Rai Robledo
Foto: Noire et Blanche
Foto: Noire et Blanche
Foto: Noire et Blanche
Foto: Noire et Blanche
Foto: Noire et Blanche
Foto: Noire et Blanche

Foto: Noire et Blanche
Foto: Noire et Blanche
Como detalle para los invitados, hicimos unas minibotellitas
de cristal con arena y unas diminutas caracolas y estrellas de mar, que podían
coger de un panel de madera que les invitaba a “llevarse un trocito de isla”.
Para la cobertura de la boda, Bruno y María contaron con dos equipos de fotógrafos excepcionales: Noir et Blanche y Rai Robledo, que hicieron un trabajo fantástico aprovechando incluso las treguas que daba el temporal e implicándose al máximo.
En definitiva, una boda romántica, preciosa y con una novia
muy muy afortunada (ya sabéis…novia mojada…).
Pero los planes no acabaron aquí.
Debido a que gran parte de
los invitados se habían desplazado de otras provincias y países, preparamos
para los que quisieron compartir con ellos la tarde previa al gran día, una
excursión en barco por la Ría de Arousa con visita a las bateas y degustación
de vinos y productos típicos gallegos. Afortunadamente, el tiempo ese día sí
nos respetó.
También lo hizo el día posterior a la boda (¡menos mal!).
Para rematar la maratón de celebraciones, todos pudieron disfrutar de un plan
de domingo muy especial: una “paellada” informal a pie de playa en el Náutico
de O Grove, en la que recordaron todas las anécdotas del día anterior y porqué
no decirlo, hicieron más llevadera la resaquilla…
Y hasta aquí la preboda, boda y postboda de Bruno y María.
Lo mejor… haber podido conocerlos y compartir tiempo, ideas
e ilusiones con ellos!! y por supuesto con todo el equipazo que hizo posible que se llevase a cabo! Un auténtico placer!
Mil gracias chicos!!
FOTOS:
mediadosdeabril
Enhorabuena por vuestro trabajo, el Gran Hotel estaba precioso!! Un placer trabajar con vosotros, esperamos volver a coincidir pronto en otra boda tan bonita como la de María y Bruno ;))
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte!!
Noire et Blanche
Preciosisimo! Cuantos detalles!
ResponderEliminarEnhorabuena por este super trabajo. No me quiero imaginar si el tiempo acompañase y pudieseis haber realizado las cosas que teníais previstas.
Nusrm
Que trabajo!!! Espectacular el vestido de la novia, los dos vestidos de la novia. Las niñas preciosas!!! La deco de 10. La excursión en barco, los detalles...
ResponderEliminarMe ha encantado, todo super pensado y al más mínimo detalle.
Besos
Isabel